viernes, 5 de septiembre de 2014

tenemos un nuevo vino


A Pita Miuda

En gallego la gallinita poca cosa
Treixadura 100%
Vendimiada en Noviembre de 2013

Notas de cata de Juan Ayerbe:
Amarillo pajizo, limpio con reflejos alimonados.
En nariz recuerda a su hermana mayor de forma mas moderada.
Notas de albaricoque maduro, lichis, ciruela Claudia, fondo balsámico sutil.
A copa parada, mineralidad y piedra de fusil. En boca ataque agradable, cuerpo liviano



 
 
acidez cítrica, paso ligero y refrescante.
Un vino de sed que dirían los franceses.

lunes, 12 de mayo de 2014

Musica y vino gracias Orlando Lumbreras. Palceres Mundanos


Placeres mundanos - El hechizo de A Pita Cega - 11/05/14

11 may 2014

 

Pilar Higuero siempre sintió el vino en su interior; lo mamó como tradición familiar, aunque quizá, la expresión exterior de dicho sentir no le llegara hasta la plena madurez. Hace unos años invade su alma, empieza su existencia bodeguera y sobre todo viticultora (apasionada y defensora a ultranza de la agricultura biodinámica).

Su corazón cambió el ritmo de su latir cuando se encontró frente a Sabariz (Ourense), una pequeña finca donde hoy mima su coqueto viñedo y donde elabora, en la antigua capilla de la finca, su hechicero y seductor A Pita Cega.

Pilar es honestidad; y es compromiso. Y es Ópera!!!!! Es ópera porque desde su más tierna infancia, cada noche encontraba el descanso y el sueño al arrullo de la voz de su madre que le cantaba "O mío bambino caro" de Puccini.

Los latidos, las emociones de una mujer, Pilar Higuero, que en Placeres Mundanos alternaron los destellos de Wilco con la majestuosidad de La Flauta Mágica.


http://www.rtve.es/alacarta/audios/placeres-mundanos/placeres-mundanos-hechizo-pita-cega-11-05-14/2555967/

lunes, 10 de febrero de 2014

De Vinis de Joan Gómez Pallarès
Joan Gómez Pallares, muchas gracias por tus palabras

19 enero, 2014


A Pita Cega 2011: cosechando sabores


Mi relación con Pilar es muy reciente (10 de enero de 2014, a las 21:19 empezó) y puedo decir que casi no nos conocemos. No he pisado sus tierras, no conozco su viñedo ni su casa. No he visto sus manos ni su sonrisa. Pero ahora ya sé, pequeños detalles que ella misma me ha contado o he leído, que lo que encuentre el día que vaya a San Amaro (Ourense) me gustará. La cosa empezó mal: una botella en una cata a ciegas (cada vez las soporto menos...) estuvo a punto de mandar al garete todo. Yo había leído cosas de A Pita Cega (quién no...aunque ahora ya creo que a Pilar no le gusta nada esta parte de su nueva vida, es así: se habla de ella y de su vino) y la botella salió mal, con una reducción importante y el vino casi roto...Por poco la borro de mi lista mental porque pensé "un blufff...". Nunca te fies de tu primera impresión, sobre todo si viene de una cata a ciegas. Nunca. Esa lección he aprendido con los años. Da a los vinos que crees (por lo que sea) que te pueden decir algo, una segunda oportunidad.

El cartero siempre llama dos veces y casi siempre tiene que ver la cosa con fermentaciones varias y levaduras, del tipo que sea...El 10 de enero a la hora apuntada, Pilar me escribe "Muchas gracias por aceptar desde las viñas de A Pita Cega (organic wine)". Hablaba de "la amistad" en feisbuc y yo, que uso poco ese programa para "charlar", me enganché...que si "me estoy bebiendo tu libro"; que si "¿has bebido A Pita Cega?"; que si "sí, pero la botella salió mal"; que si "tienes que darle otra oportunidad"; que si "la jodimos si me la mandas porque no escribo de los vinos que me mandan, a no ser que sean amigos"; que si "yo no quiero que escribas sino que le des otra oportunidad"; que si "¿cómo te llamas" (porque con tanta canela andaba yo ya mosca); que si "yo te mando la botella y si la disfrutas, bien; y si te parece muy perra, pues al estofado o con la ensalada"; que si "¿la ensalada, perra?"; que si "no...perra la botella"; que si "soy yo la que trabaja en la viña, en el gallinero y en el corral"; que si "el vino se hace solo; una enóloga hace las analíticas"; que si "yo estudié pero aprendí lo que no le haría jamás a mi tierra y lo dejé"; que si "yo aprendo poco, dejo que la viña viva como quiera y que el vino fermente cuando quiera. Los respeto: ellos saben más que yo"; que si "mi paisaje de viña es un lugar mágico"; que si "los viticultores ofrecemos nuestro vino como parte de nosotros mismos".

Y aquí paro. Lo que he transcrito entre comillas, lo reproduzco con permiso de Pilar. Cuando alguien se identifica así con un paisaje con cepas y hace vino como parte fundamental de su manera de ser ante ese paisaje, me interesa. Cuando alguien escribe (en la etiqueta del vino) que "cultivamos de forma orgánica biodinámica para lograr el equilibrio de este organismo vivo (i.e. la tierra), tratamos las cepas con infusiones de hierbas del propio terreno y de forma homeopática", me interesa. Cuando alguien considera que su masa madre (con la que hornea pan de aire desde hace muchos años), sus gallinas y sus ovejas, forman parte de su viñedo tanto como sus cepas, me interesa.  Cuando alguien escribe que "en bodega somos meros observadores de un proceso natural y dejamos que la naturaleza se exprese, no necesitamos reparar errores", me interesa. Cuando alguien afirma que "elaboramos el vino desde el viñedo y actuando con sutileza, entregamos al vino la personalidad de la tierra que lo alberga", me interesa. Cuando mis amigos de Elmundovino consideran que un vino blanco nacido de un viñedo cultivado de esta forma (¡homeopatía!) es su mejor vino blanco de España en 2013, me interesa.

Albariño, treixadura (cada vez me llama más esta uva...) y otras...13,7%. Para los detalles, vayan ustedes al blog y verán, sin más, que estamos ante una tierra feliz, que habitan personas, animales, cepas, insectos, árboles y flores que se sienten cómodos en ella. Esta tierra, estas personas, tienen que dar un vino feliz, que provoque sonrisas, que coseche y ofrezca los sabores de la tierra en forma de vino. Ni más ni menos. En copa de respeto (Borgoña) y bebido a lo largo de varios días. Escribo sin haber leído ninguna nota de cata. Esto es la descripción de varios momentos de felicidad presentidos, la crónica de una segunda oportunidad bien aprovechada: monte, musgo, cuerpo. Paseo señor por la copa. Graso en nariz y en el paladar. El prado al amanecer. Verdor y salud. Frescura con empaque. Zumbido de abejas en el campo. Polinización y alegría. Albaricoque. Pureza y profundidad. Anchura y vastedad. Nísperos maduros. Vino de matices que va contando cosas desde un carácter aparentemente sencillo. Casi goloso. Frutales y cepas. Sol de atardecer. Entre rapaces andan las bestas. Membrillo casi maduro. Merienda, pan y levadura. Cera de abeja. Hierbabuena y verbena. Ajedrea y lavanda. Hinojo salvaje y romero. Las cosas del campo. Gracias, Pilar, por esta segunda oportunidad y por la celofana violeta que cubría con delicadeza los huevos que se rompieron (no todos) junto a la botella que llegó sana. Nos veremos pronto.

viernes, 24 de enero de 2014

A Pita Cega en Elmundovino ! blanco del año !





Cultura del Vino
NUESTROS VINOS DEL AÑO CUMPLEN LOS 20
Tradición y terruño, reivindicados

ELMUNDOVINO
Cepas centenaris de listán negro en poda de trenzado, Suertes del Marqués.
Fue apenas media página en el Magazine de EL MUNDO: en 1994 concedíamos nuestros primeros premios a los vinos del año, premios que durante años no pasaron de esa mención honorífica en las páginas de nuestro periódico, primero en papel y desde el 2000 en internet, ya en elmundovino. En los últimos años ya ha habido una entrega de diplomas con la necesaria solemnidad, pero no podemos olvidar aquellos primeros momentos en los que intentábamos sacudir nuestro panorama vinícola frente al adocenamiento de muchos y los excesos de otros que se dejaban seducir por aquellas exageraciones de la 'alta expresión' que tantas secuelas han tenido hasta estos días.
Haber llegado a los 20 años nos llena de satisfacción al contemplar un panorama en el que, a la vez, las mejores tradiciones y la búsqueda de esos valores diferenciales del terruño, otrora tan ignorados, se colocan en primer plano. Pese a las dificultades del momento económico, los vinos españoles en su conjunto son mucho mejores y, sobre todo, más diferenciados e interesantes, que hace dos decenios.

Los premios de EL MUNDO y elmundovino, en esta vigésima edición, vienen a reconocer los valores del terruño en un blanco y un tinto de zonas poco conocidas –el valle de la Orotava y una esquina de la provincia de Orense fuera de las denominaciones de origen actuales– y la categoría de lo más hondamente tradicional en un vino dulce navarro ya recompensado aquí hace 17 años.

Los ganadores son Suertes del Marqués El Ciruelo Viñas Viejas 2011 , un tinto que abre una nueva era para los vinos canarios y para una casta, la listán negro, en la que bien pocos se habían fijado, el emocionante Lagar de Sabariz A Pita Cega 2011 , ejemplo de vino de enorme personalidad, basado en la treixadura y nacido de un terruño fuera de los límites habituales, y el tradicionalísimo y pasmoso, en esta última edición, vino dulce Camilo Castilla Capricho de Goya s.a , que forma junto al Toneles de Valdespino y el Casta Diva Cosecha Miel de Felipe Gutiérrez de la Vega el triángulo mágico del moscatel español.

Lo recordamos a cada vez, y aquí lo hacemos de nuevo: nuestros premios y menciones de honor no recompensan necesariamente a los mejores vinos en sentido absoluto en el mercado, sino los que destacan por una aportación extraordinaria en algún aspecto importante: calidad pura, recuperación o mantenimiento de tradiciones, innovación positiva, búsqueda de terruño, calidad-precio... Y un vistazo a los galardonados de estas 20 ediciones da fe de ello.

Como todos los años, señalamos también 12 menciones de honor de otros tantos grandes vinos, o muy buenos vinos de gran relación calidad-precio o que ensalzan zonas poco conocidas o apreciadas o castas de uva minoritarias. Así, un gran monastrell de Valencia, tres grandes reservas de Rioja y Ribera con un espíritu de pureza y respeto a la tradición, tres maravillosos ejemplos de mencía (una, Moncerbal, pura; en el caso del Niepoort, ensamblada con la garnacha tintorera/alicante bouschet tan vilipendiada; en el de As Caborcas, con merenzao/trousseau, garnacha y godello), un blanco de xarel•lo, dos garnachas que mantienen el resurgir de esta gran casta en dos zonas muy distintas (Propiedad, de Rioja Baja; LaFou, de Terra Alta), un Priorat de los que han apostado por la reivindicada mazuelo/cariñena, y un vino de casta foránea, ese T. Amarela del viticultor pacense Eusebio Machío y de los jóvenes de Envínate que nos acerca la gran uva portuguesa trincadeira/tinta amarela y abre nuevos caminos a los tintos de Extremadura, donde tantos palos de ciego se han dado.

Porque, antes como ahora, seguimos pensando que las castas no tienen nacionalidades, sino que se justifican por su adaptación al terruño: alicante bouschet, trousseau, trincadeira lo demuestran en esta vigésima edición.

Mención de honor:

1771 2011 Bodegas Los Frailes (DO Valencia)
Arzuaga Gran Reserva 2004 Bodegas Arzuaga Navarro (DO Ribera del Duero)
As Caborcas 2010 Compañía de Vinos Telmo Rodríguez (DO Valdeorras)
Can Credo 2010 Celler Credo (DO Penedès)
Granja Remelluri Gran Reserva 2005 Granja Ntra. Sra. de Remelluri (DOC Rioja)
Ladredo 2010 Niepoort (DO Ribeira Sacra)
LaFou de Batea 2008 LaFou Celler (DO Terra Alta)
Moncerbal Corullón 2011 Descendientes de J. Palacios (DO Bierzo)
Perpetual 2011 Miguel Torres (DO Priorat)
Propiedad 2008 Palacios Remondo (DOC Rioja)
T. Amarela Parcela Valdemedel 2012 Envínate (sin DO)
Viña Tondonia Gran Reserva 1994 López de Heredia (DOC Rioja)